miércoles, 8 de junio de 2016

Sachi



Poco después del nacimiento de su hermano, la pequeña Sachi empezó a pedir a sus padres que la dejaran sola con el nuevo bebé. Como ellos temían que, al igual que la mayoría de niños de cuatro años, la pequeña estuviera celosa y quisiera golpear o sacudir a su hermano, le dijeron que no.

Pero Sachi no daba señales de celos. Era bondadosa con el bebé y pedía cada vez con más urgencia que la dejaran a solas con él. Finalmente, los padres decidieron permitírselo.

Jubilosa, la niña entró en la habitación del bebé y cerró la puerta, que sin embargo se abrió apenas, dejando una rendija, suficiente para que los curiosos padres pudieran observarla y escucharla.

Entonces pudieron ver cómo la pequeña Sachi se acercaba silenciosamente a su nuevo hermano y, acercando su rostro al de él, le decía en voz baja:

—Bebé, cuéntame cómo es Dios, que yo ya estoy empezando a olvidarme.

Dan Millman

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