martes, 14 de abril de 2015

El matrimonio no es para ti



Esta carta la escribió Seth Adam Smith a su esposa Kim, cuando descubrió que estar casado no era para él. Un motivador mensaje sobre el verdadero sentido del matrimonio.


Después de estar casado por más de un año apenas llegué a la conclusión que el Matrimonio no era para mi. Conocí a mi esposa en la escuela secundaria cuando teníamos 15 años. Fuimos amigos durante diez años, hasta que decidimos que ya no queríamos ser sólo amigos. Recomiendo que los mejores amigos se enamoren. Es algo muy bonito y se disfruta al máximo.

Sin embargo, el enamorarme de mi mejor amiga no me impidió tener ciertos temores y ansiedades acerca de casarme. Entre más se acercaba el momento de casarnos, más me llene de un miedo paralizante. Me preguntaba a mí mismo: ¿Estaba preparado? ¿estaba haciendo la elección correcta?¿es Kim la persona adecuada para casarme? ¿ella me hará feliz?.

Entonces, una noche, compartí estos pensamientos y preocupaciones con mi papá.

Tal vez, cada uno de nosotros tenemos momentos en nuestras vidas en los que se siente como si el tiempo se volviera más lento y el aire se paraliza; haciendo de ese momento uno que nunca olvidaremos.

La respuesta de mi padre acerca de mis inquietudes fue un momento muy especial para mi. Con una sonrisa de complicidad, dijo: 

“Seth, estás siendo totalmente egoísta. Así que voy a explicar esto de una forma realmente simple: el matrimonio no es para ti. Uno no se casa para ser feliz, te casas para hacer feliz a la otra persona. Más que eso, el matrimonio no es para ti, te casas para crear una familia. No sólo para los suegros y todas esas tonterías, pero si para tus futuros hijos. ¿Quién quieres que te ayude a criar a tus hijos? ¿Quién quieres que influya en ellos? El matrimonio no es para ti. No se trata de ti. El matrimonio es acerca de la persona con la cual te casaste”.

Fue en ese momento que supe que Kim era la persona adecuada para casarme. Me di cuenta de que quería hacerla feliz, para ver su sonrisa cada día, para hacerla reír todos los días. Yo quería ser parte de su familia, y mi familia quería que ella fuera parte de la nuestra. Y pensando de nuevo en todas las veces que la había visto jugar con mis sobrinas, yo sabía que ella era la persona con quien quería construir nuestra propia familia.

El consejo de mi padre era a la vez sorprendente y revelador. Iba en contra de la actual “filosofía de Wal-Mart”, que es, si no te gusta o no estás contento, puedes hacer una devolución y obtener un artefacto nuevo.

No, un verdadero matrimonio (y el verdadero amor) no se trata de ti. Se trata de la persona que amas, sus deseos, sus necesidades, sus esperanzas y sus sueños. El egoísmo exige: ¿Qué hay para mí? Mientras que el amor dice: ¿Qué puedo dar?”

Hace algún tiempo, mi esposa me mostró lo que significa amar desinteresadamente. Durante muchos meses, mi corazón había sido endurecido con una mezcla de miedo y resentimiento. Luego, después la presión había aumentado hasta donde ninguno de los dos podía soportarlo, las emociones estallaron. Yo era insensible. Yo era egoísta.

Pero en lugar de Kim igualarse a mi egoísmo, Kim hizo algo más que maravilloso, ella mostró una efusión de amor. Dejando a un lado todo el dolor y angustia que yo le había causado, ella amorosamente me tomó en sus brazos y calmó mi alma.

El matrimonio es acerca de la familia. Me di cuenta de que me había olvidado del consejo de mi padre. Mientras que en la parte de Kim del matrimonio había sido para mí el amor, mi lado de la unión se había convertido todo sobre mí. Esta horrible conclusión me hizo llorar, y le prometí a mi esposa que iba a tratar de ser mejor.

A todos los que están leyendo este artículo, casados, casi casados, solteros, o incluso el soltero o soltera incomprendida. Quiero que sepas que el matrimonio no es para ti. El verdadero amor no es para ti. El amor es acerca de la persona que amas.

Y, paradójicamente, entre más amas a esa persona, más amor recibirás. Y no sólo de tu pareja, sino de sus amigos y su familia y miles de personas que nunca hubieras conocido si el amor hubiera permanecido centrado en ti mismo. En verdad, el amor y el matrimonio no es para ti. Es para los demás.

Imagen: pixabay

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