Siempre
habrá momentos difíciles y días complicados en nuestra vida. Nos da la
impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que
algunos proyectos simplemente no estaban destinados a funcionar.
Siempre
enfrentaremos decepciones, pero también recibiremos muchas bendiciones
especiales. Todo lo que se nos pide es que nos elevemos por encima de nuestros
infortunios.
Deja
que la vida te muestre nuevas maneras de encarar viejos problemas. Deja que te
ofrezca nuevos descubrimientos. Deja que los días desplieguen ante ti nuevas
posibilidades que hasta entonces desconocías, nuevos sueños que nunca soñaste,
y que te regale las semillas de nuevas ideas que nunca antes sembraste.
Deja
que la vida modere tus convicciones y te muestre todo lo que está oculto detrás
de cada escena: la profunda paz del cambio de estaciones, la majestad de lo que
significa tener y ser un amigo, la alegría que se descubre al comprender que
nunca es tarde para volver a empezar.
Deja
que la vida brinde abundancia a tu alma y a tu corazón. Déjala cantar en ti y
mostrarte cómo apuntar a las estrellas. Deja que te ayude a alcanzar todo lo
que deseas para ser todo lo que eres.
Se
trata de una regla muy sencilla: Cuanto más das, más recibes. Y cuanto más lo
hagas, más te gustará hacerlo.
Eres
una persona maravillosa que merece tener una bella vida. Y si alguna vez
sobreviene la dificultad, sé que puedes elevarte por encima de ella. ¿Qué es
necesario para el éxito total? Pasos cortos y positivos
Douglas
Pagels
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