Con
toda tranquilidad, el joven informó a Malik de que él era un protegido del
Sultán y, por lo tanto, nadie podía impedirle vivir como a él se le antojara.
Malik
le dijo: «Yo, personalmente, me quejaré al Sultán».
Y
el joven le respondió: «Será completamente inútil, porque el Sultán jamás
cambiará su opinión acerca de mí».
«Entonces
le hablaré de ti al Sumo Creador» replicó Malik.
«El
Sumo Creador», dijo el joven, «es demasiado misericordioso como para
reprocharme nada».
Malik
quedó totalmente desarmado, por lo que desistió de su intento. Pero al poco
tiempo la reputación del joven se hizo tan pésima que originó la repulsa
general. Malik decidió entonces que debía intentar reprenderle.
Pero,
cuando se dirigía a la casa del joven, oyó una voz que le decía: «No toques a
mi amigo. Está bajo mi protección». A Malik, esto le produjo una enorme
confusión y, cuando se vio en presencia del joven, no supo qué decirle.
El
joven le preguntó: «¿A qué has venido?».
Respondió
Malik: «Venía a reprenderte, pero cuando me dirigía hacia aquí una voz me dijo
que no te tocara, porque estás bajo su protección».
El
rostro del disoluto joven se transformó. « ¿De veras me llamó amigo suyo?»,
preguntó el joven. Pero para entonces Malik ya se había marchado.
Años
más tarde, Malik se encontró con el joven en La Meca. Las palabras de la Voz
impresionaron al joven de tal modo que había renunciado a todos sus bienes y se
había hecho un mendigo errante.
«He
venido aquí en busca de mi Amigo», le dijo a Malik. Y, dicho esto, murió.
Anthony de Mello
Llegué aquí buscando alguno de los relatos de Anthony de Mello sobre la amistad. Este, trata de una amistad que representa una posible relación con Dios, con dios o simplemente con la transcendencia. En los relatos de Anthony esto es una realidad posible que hoy en día nos cuesta ver.
ResponderEliminar