miércoles, 12 de junio de 2013

Cuento sobre la libertad: La cotorra enjaulada


Un viajante procedente de la India fue a África para adquirir algunos productos y animales de la zona, y  mientras estaba en la selva pudo contemplar miles de hermosas cotorras multicolores. Quedó tan cautivado con tal belleza, que decidió capturar una y llevársela a su país como animal de compañía.
Una vez regresó a casa la puso en una jaula. La alimentaba con semillas y miel, le ponía música y en general la trataba bastante bien. Cuando al cabo de dos años el hombre tuvo que volver a África, el hombre le preguntó a la cotorra:
—¿Tienes algún mensaje para tus amigos de la selva?
El ave inmediatamente respondió a su dueño:
—Quiero que les digas que soy muy feliz en esta jaula, que disfruto de cada instante aquí y que les envío todo mi amor.
Cuando el viajero llegó a África transmitió el mensaje a las otras cotorras de la selva. Cuando terminó de hablar, una cotorra con lágrimas en los ojos cayó al suelo, muerta. El hombre se asustó y pensó que aquella cotorra debía ser una buena amiga de la que él tenía en casa, y que aquella había sido la razón de su tristeza y muerte.
A su regreso a la India, el viajero le contó a la cotorra lo sucedido. Ésta se desplomó sobre el suelo de la jaula. El hombre se alarmó y pensó que su animal de compañía también había muerto de desesperación al enterarse de la muerte de su amiga de la selva.
El comerciante abrió la jaula y echó el ave al contenedor de basura que había junto a su casa. Acto seguido la cotorra voló alto hacia la rama de un árbol.
Al ver esto, el hombre sorprendido le dijo:
— ¿Con que no estás muerta, eh? ¿Por qué lo has hecho?
— Porque el ave de la selva me envió un mensaje muy importante—respondió la cotorra.
— ¿Qué mensaje? —preguntó el hombre con impaciencia.
— Me dijo que si quería escaparme de la jaula, tenía que… ¡morir estando viva!
Parábola de la India
Fuente: La fuerza de creer – Wayne Dyer

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