Maestro
he analizado y creo que he hecho mucho daño a los demás. A partir de ahora voy
a cambiar, y hacer que me perdonen –dijo el discípulo.
Hijo, ¿y qué
vas a hacer? ¿Cambiar de ropa? ¿Cambiar de cara?...Dices que ya te conoces pero
¿Estás seguro de que eres tú quien hizo el daño? ¿Acaso necesitas analizarte
para estar consciente de lo que hiciste?- respondió el maestro.
Pero maestro,
realmente quiero cambiar, no quiero seguir causando daño – dijo el discípulo.
A lo cual el maestro
respondió:
Si realmente
quieres cambiar, debes retroceder al niño que eras, antes que te enseñaran a
hacer daño.
Fuente:
Cuentos Zen –Mariano Merino
No hay comentarios:
Publicar un comentario