sábado, 19 de enero de 2013

Lección 2. Necesitamos Amor

Todos los seres humanos necesitamos sentirnos amados. Si gozamos de afecto humano las demás circunstancias son más placenteras, nos sentimos en mayor paz y plenitud. El amor y sus diversas manifestaciones enriquecen nuestras vidas, el amor es un recurso aún más poderoso que el dinero, porque el amor de alguna manera nos hace invencibles. Cuando nuestros actos están motivados por el amor, el universo conspira para impulsarnos a metas que superan nuestros sueños.

El alimento del mundo es el amor;  gracias al amor la humanidad sigue creciendo a pesar de todas las muertes generadas por el odio y el ansia de poder.  Del amor nace la vida, con amor crece la vida, y por el amor progresa la vida. No podemos vivir sin el alimento para el cuerpo, de la misma manera nuestra alma se opaca si carece de amor. Cuando el amor falta la vida se torna vacía, sin sentido, fallan las motivaciones profundas que superan las limitaciones del tiempo y de la misma existencia.

Como humanos, buscamos la plenitud, reconocimiento de los demás, adquisiciones materiales, éxito, fama y fortuna, y eso está bien, intentamos tener vidas significativas. Pero muchos han logrado esto y siguen sintiendo que su vida no tiene un verdadero sentido, un propósito mayor. 

En el fondo de una persona verdaderamente exitosa, está el amor en todas sus expresiones: el amor por si mismo que le ha dado confianza para superar los diversos obstáculos; un amor sincero y desinteresado  por su familia y amigos reconociéndolos valiosos; y una gran amor por su trabajo ya que comprende que este es su más valioso regalo para el mundo.

Cuando miramos un pequeño bebe  nos despierta sentimiento de ternura y amor; lo vemos vulnerable y queremos protegerlo, cuidarlo, mimarlo e interpretar cada una de sus necesidades. Nos acercamos a un bebé sin desconfianza, con el corazón abierto, con los sentimientos más nobles, muy diferente a la forma como nos acercamos a los adultos y más aún a desconocidos.

Con los años creemos ser independientes y autosuficientes, y vamos elevando barreras para protegernos de los desengaños, pero estos muros no sirven, no limitan los daños, tan solo cierran las posibilidades de satisfacer nuestra necesidad de amar y ser amados. 

Liliana

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